Medir lo invisible: hacia una nueva brújula para la transferencia de conocimiento en Europa

En Europa llevamos años midiendo la transferencia de conocimiento (KTT) por lo que es fácil de contar —patentes, licencias, ingresos— y no por lo que realmente transforma —relaciones, aprendizaje, impacto social. El nuevo informe de ASTP (NAAC Working Group on Metrics) propone un giro: un marco común para armonizar cómo medimos la KTT y capturar el valor que hoy se nos escapa. Es una oportunidad para que universidades, PROs y ecosistemas avancen de “contar outputs” a gestionar impacto.

La KTT es ya la “tercera misión” de universidades y organismos públicos de investigación junto a la docencia y la investigación. Pero el sistema actual de métricas está fragmentado: cada país y encuesta usa definiciones, recortes y énfasis distintos. Resultado: abundan indicadores de salida (p. ej., patentes) y escasean los de inputs (recursos, capacidades) y impactos (empleo en spin-offs, beneficios sociales, cambios culturales).

El Knowledge and Technology Transfer Metrics Report (2025) mapea el panorama europeo (19 recopilaciones nacionales) y evidencia estas asimetrías, proponiendo recomendaciones para que dejemos de medir solo lo cuantificable y empecemos a cuantificar lo valioso.

La aportación clave del informe: el KTT Metrics Cube

El informe sintetiza marcos previos (Comisión Europea, ERAC, WIPO/OCDE, JRC) y propone el KTT Metrics Cube, un modelo tridimensional que organiza la medición en:

  1. Actividad (cómo se intercambia el conocimiento: investigación, formación profesional/enseñanza, comercialización),
  2. Cadena de valor (inputs, outputs, impactos), y
  3. Localización (interna/externa a la institución).

Esta “triple vista” permite observar, por ejemplo, no solo cuántas licencias se firman (output, interno-comercialización), sino qué capacidades lo habilitan (inputs: personal y presupuesto del KTO) y qué efectos produce fuera (impactos: empleo, ventas o beneficios sociales en empresas licenciadas y spin-offs).

Lo que hoy medimos (y lo que no): hallazgos del mapeo europeo

  • Predominio de outputs. La mayoría de países recogen indicadores de comercialización (divulgaciones de invención, solicitudes/concesiones de patentes, acuerdos LOA, ingresos por IP) y, en muchos casos, consultoría y contratos de I+D con terceros. Inputs y impactos son menos sistemáticos.
  • Enseñanza infrarrepresentada. Transferencias vía educación —doctorados industriales, formación ejecutiva— apenas se rastrean, pese a su contribución a capital humano y vínculos universidad-empresa.
  • Definiciones heterogéneas. “I+D colaborativa” vs. “I+D por contrato”, consultoría, MTAs/NDAs o uso de equipamiento se definen y contabilizan de forma dispar, lo que impide comparaciones y aprendizaje entre pares.
  • Recursos KTO poco comparables. Plantillas, presupuestos y carteras de servicio de los KTOs se miden con alcances distintos (p. ej., si incluyen o no salarios o costes jurídicos externos), lo que sesga ratios e indicadores de eficiencia.

Recomendaciones: de contar patentes a gestionar sistemas

El informe propone cinco líneas para armonizar:

  1. Definiciones estándar para indicadores núcleo de KTT.
  2. Cobertura ampliada de canales: además de IPR/licensing, incluir enseñanza, consultoría y colaboración temprana.
  3. Equilibrar inputs-outputs-impactos.
  4. Alineamiento OCDE/UE para comparabilidad transnacional.
  5. Coordinación de datos entre KTOs, universidades/PROs y organismos nacionales.

Aplaudimos además una idea transversal del informe: las métricas orientan el comportamiento. Si solo medimos lo patentable, dejamos fuera prácticas de alto valor (codiseño, formación, ciencia abierta útil) que construyen confianza y aceleran adopción.

Más allá de los números: hacia una cultura del impacto

Medir KTT no es un ejercicio contable; es diseño organizativo. Las métricas deben servir para aprender y tomar decisiones: dónde invertir, qué capacidades desarrollar, qué alianzas priorizar. Nuestra propuesta práctica, alineada con el Cube:

  • Inputs (internos/externos).
    • Internos: FTE especializados, pipeline de invenciones, capacidades de valorización temprana, presupuesto IP/POC.
    • Externos: intensidad tecnológica regional, demanda sectorial, madurez de los socios.
  • Outputs (por misión).
    • Investigación: nº y calidad de contratos (definidos con criterios comunes), time-to-contract.
    • Enseñanza/CPD: doctorados industriales (en curso y finalizados), días-alumno, satisfacción de empresas.
    • Comercialización: LOAs activas/efectivas, post-licence engagement, software/data licensing.
  • Impactos (internos/externos).
    • Internos: atracción de talento, cambios curriculares, publicaciones/protocolos derivados, cultura emprendedora.
    • Externos: empleo/ventas en spin-offs/startups, adopción tecnológica, beneficios sociales/ambientales medidos con case studies y evidencias cualitativas estandarizadas.

Claves de gestión:

  • Definiciones operativas únicas (glosario vivo) y reglas de cómputo homogéneas (fecha de firma vs. inicio, qué se incluye/excluye en consultoría/servicios).
  • Cuadros de mando “3×3” (Actividad × Cadena de valor × Localización) y reviews trimestrales para aprender, no solo reportar.

Implicaciones para España y ecosistemas regionales

España dispone de una base amplia de indicadores (encuestas RedOTRI/Red OTC y SICTI), con foco histórico en outputs y comercialización. El informe sugiere tres oportunidades concretas:

  1. Normalizar definiciones entre OTRIs/KTOs para contratos (colaborativa vs. contrato), consultoría y servicios técnicos, y activar un módulo homogéneo de enseñanza/CPD (industrial PhD, formación ejecutiva).
  2. Incorporar impactos internos (cambios curriculares, atracción de investigadores con perfil translacional) y externos (adopción en empresas, case studies sociales) con plantillas comunes avaladas por OCDE/JRC.
  3. Leer el contexto territorial: cruzar datos KTO con intensidad tecnológica regional y demanda sectorial para priorizar carteras (p. ej., licencias vs. contract research según sectores tractores).

Para agencias y policy makers: alinear convocatorias y scoreboards con el Cube para premiar colaboración temprana, formación a medida y resultados adoptados, no solo patentes/grants.

Conclusión: una brújula para orientar

El KTT Metrics Cube es más que un marco; es una brújula de gestión para pasar de métricas que justifican a métricas que orientan decisiones. Si medimos mejor, aprenderemos más rápido qué convierte conocimiento en valor compartido —y dónde debemos intervenir como ecosistemas. La pregunta que dejamos sobre la mesa: la próxima vez que midamos la transferencia, ¿nos atreveremos a mirar también lo que no se ve?

Fuentes: https://astp4kt.eu/resources/ktt-metrics-report-to-boost-harmonisation-across-europe-released.pdf

Compartir ubicación

En las mismas coordenadas