La ciencia española avanza hacia la aplicación real
Los proyectos seleccionados permitirán a grupos de investigación explorar la viabilidad técnica, comercial o industrial de resultados científicos que ya han demostrado valor en el laboratorio. Con esta convocatoria, el MICIU y la AEI refuerzan su estrategia para convertir más conocimiento en impacto y acelerar la llegada de innovaciones al tejido productivo.
Los ámbitos de aplicación son amplios: salud, energía, materiales avanzados, digitalización, biotecnología, sostenibilidad y otras áreas donde España cuenta con capacidades científicas fuertes pero con brechas históricas en transferencia.
Una inversión pensada para reducir la distancia entre ciencia y mercado
La convocatoria responde a una necesidad crítica: muchos avances científicos no llegan a convertirse en productos, servicios o tecnologías debido a la falta de financiación en etapas tempranas. Las Pruebas de Concepto cubren justamente ese hueco, permitiendo:
Este tipo de inversión es clave para evitar que tecnologías prometedoras se queden «atascadas» antes de ser transferidas a empresas o convertirse en base de nuevos proyectos emprendedores.
Transferencia como prioridad estratégica
La AEI destaca que estos proyectos buscan reforzar la conexión entre ciencia, industria y sociedad, alineándose con las políticas europeas que exigen mayor retorno social y económico de la investigación pública.
La medida también encaja con una tendencia clara: España quiere posicionarse como país capaz de transformar investigación en innovación aplicada, fortaleciendo su soberanía tecnológica y la competitividad de su tejido empresarial.
Qué significa este movimiento para el ecosistema
Para universidades, centros de investigación y OTRIs, esta convocatoria supone:
- más recursos para validar tecnologías con potencial real
- mejores condiciones para licenciar resultados a empresas
- una vía para crear spin-offs más sólidas
- incentivos para trabajar con criterios de mercado desde etapas tempranas
Para empresas y administraciones, significa una oportunidad clara de identificar tecnologías emergentes y colaborar con equipos científicos con mayor madurez tecnológica.
Este impulso económico no solo financia proyectos: acorta la distancia entre el laboratorio y la sociedad.
La transferencia deja de ser un “eterno pendiente” y se convierte en un vector estratégico del país.